Seguimos fielmente principios y enseñanzas bíblicamente respaldadas dejando a un lado aquellas tradiciones que nos limitan en nuestra adoración, crecimiento y madurez espiritual.
Capacitamos al creyente con fundamentos esenciales para ejercer su liderazgo y responsabilidad moral, ética y espiritual a un nivel personal, familiar y social.
Participamos en los ministerios y actividades intercongregacionales de nuestra Convención Bautista y fuera de ella, aceptando la multiforme gracia de Dios y expresión de fe.
Apoyamos a nuestra juventud, reconociendo que son el presente y no el futuro.